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A pesar de que se trata de una chica de compañía, ya en el primer minuto del vídeo se puede ver que su raja ya está mojada. Es decir, está claro que al cliente le gustó su aspecto. Incluso su polla poco profunda no la avergonzó y ella no dio ninguna señal de que hubiera algo malo en ella. Me gustó especialmente el hecho de que al final se la metiera toda en la boca (algo que no es propio de las chicas de esta profesión).
Hay una respuesta a la eterna pregunta: ¿por qué necesita una gran polla, cuando siempre tiene un consolador de su tamaño favorito a la mano?
Me he dado cuenta de que la pequeña pelirroja prácticamente no utiliza las manos cuando el macho está pegado a ella por detrás, se retuerce el culo y empuja la polla con la boca. Si al menos sus tetas fueran más grandes, las habría frotado aún, pero lo que hay es lo que hay, ¡y así será!
¡Soy Buzova Buzova en el culo!